Conoce nuestros programas radiofónicos de producción propia

 

Te invitamos a escuchar una muestra de nuestros programas de producción propia. En la parte inferior del blog tienes a tu disposición más programas en nuestra área de descargas. Esperamos que disfrutes.

Onda Bacuta, desde Aljaraque (cuña presentación, con David Garrido)

Hora Abierta de Onda Bacuta - Monografía Pop-Rock orquestal (con David Garrido)

Hora Abierta de Onda Bacuta - Especial Laura Pausini y homenaje Carmen "los Cántaros" de Aljaraque (con David Garrido)

Hora Abierta de Onda Bacuta - Monografía dedicada a Phil Collins (con David Garrido)

Hora Abierta de Onda Bacuta - Monografía Pink Floyd (con David Garrido)

Hora Abierta de Onda Bacuta - Especial Mozart (Jose Luis Luque y David Garrido)

Hora Abierta de Onda Bacuta - Especial Beethoven (Jose Luis Luque y David Garrido)

Hora Abierta de Onda Bacuta - Especial Vivaldi (con Jose Luis Luque y David Garrido)

Hora Abierta de Onda Bacuta - Músicacine Sinuhé Egipcio (con Pablo García y David Garrido)

Hora Abierta de Onda Bacuta - Música y Palabra nº 3 (con Jose Luis Luque y David Garrido)

Hora Abierta de Onda Bacuta - Música y Palabra nº 8 (con Jose Luis Luque y David Garrido)

Hora Abierta de Onda Bacuta - Entrev. a Antonio Silva, maestro Yoga (con David Garrido)

Hora Abierta de Onda Bacuta - Entrev. a Adriana Hernández, antropóloga biológica (con David Garrido)

Hora Abierta de Onda Bacuta - Entrev. a Mario Muñoz, creativo (con David Garrido)

Hora Abierta de Onda Bacuta - Entrev. a Manuel Moya, escritor (con David Garrido)

Hora Abierta de Onda Bacuta - Entrev. a Paco Llonís, pergaminista, (con David Garrido)

Hora Abierta de Onda Bacuta - Entrev. a Jose Luis Luque, escritor, (con David Garrido)

Hora Abierta de Onda Bacuta - Entrev. a Pablo García, escritor (con JL. Luque y D. Garrido)

La Ciudad del Paraíso en Onda Bacuta nº 10 (con Jose Antonio Nieto)

La Ciudad del Paraíso en Onda Bacuta nº 18 (con Jose Antonio Nieto)

"CARPE DIEM": LIBRO DE RELATOS DE JOSE LUIS LUQUE.



  El propio autor nos habla sobre el contenido del libro:

 "La locución latina de Horacio que da titulo a este volumen de relatos, sintetiza la esencia de la mayoría de ellos, por no decir de casi todos. La fugacidad de la vida, y en consecuencia la obligación personal de apurarla hasta el último trago, sabiendo apreciar todo lo que la misma puede ofrecernos, es probablemente el eje principal en la mayoría de los relatos que componen este volumen"
 
    

 José Luís Luque ocupa un destacado lugar en el cuadro de voces que conforman el carácter sonoro de Onda Bacuta. Persona generosa e inquieta, cultiva diversos ámbitos del conocimiento: desde la Naturopatía, en la que se mueve desde hace más de dos décadas, hasta la fotografía; pasando por el ajedrez o la literatura. Su segundo libro, titulado “Carpe Diem”, defiende apasionadamente su visión de la vida relacionada con la búsqueda de lo vitalmente esencial en lo sencillo y en lo cotidiano. Viajero vocacional, ha visitado los más recónditos rincones del planeta. Aficionado melómano, su amplio conocimiento en repertorio musical clásico se plasma en las selecciones que prepara para “La Hora Clásica” y para las monografías sobre autores diversos que ofrece la emisora.

¿Recuerdas el momento en el que descubres la música?
-Creo que mi afición a la música nace en las tardes silenciosas del verano, cuando en un patio con limonero mi tata me arrullaba para dormirme con canciones de Alberto Cortés y coplas de Marifé de Triana. Tenía entonces solo tres o cuatro años, pero aquellas "nanas" llenas de cariño y ternura se me quedaron dentro como una semilla de la que brotó mi amor por la música.
La gran música, la música clásica, me invadió por completo algunos años más tarde. Tenía apenas doce o trece años cuando vi por primera vez FANTASIA de Walt Disney. Fue un impacto tremendo que aún sigue dentro de mi, y me hace temblar cada vez que oigo música clásica.

La importancia de la música en tu vida cotidiana.
-Al levantarme lo primero que hago es encender el equipo de música. Soy incapaz de desayunar sin oír música. De noche antes de ir a la cama oigo música una hora como mínimo. No puedo pasar un día sin oír música. Antes lo pasaría sin comer o sin beber. Creo que la música se ha convertido para mí en una "necesidad maravillosa" y no concibo la vida sin ella.

¿Qué te aporta la música, vital y personalmente?
-La música me aporta una cantidad y riqueza de emociones, como ninguna otra cosa. Hay placeres maravillosos que te hacen sentirte muy bien, como la lectura de un buen libro, una buena comida compartida con gente que quieres, saborear un buen vino, la contemplación de toda la belleza que hay en la naturaleza, ver una buena película... Todo ello con música es mucho mejor, la música hace que todo mejore, que lo mediocre se convierta en magnífico y que un paisaje se vuelva mágico de pronto.

Algunos artistas fundamentales.
-Mozart esta para mi por encima de todo. Después están Beethoven, Bach, Vivaldi, Mahler, Chopin, Tchaikosvky...
Y por otro lado Joan Manuel Serrat, Billie Holiday, Camarón, Beatles... Después de la música clásica me interesa muchísimo el jazz.

Actualmente estudias música y acordeón.
-El acordeón para mi es especialmente romanticismo, ese que impregna casi todas las canciones francesas. Es un instrumento muy humilde, muy del pueblo, pero con enormes condiciones y capaz de adaptarse a cualquier tipo de música. Puedes tocar con él tanto música clásica como jazz o música folk, un pasodoble, un vals, una alegre canción parisina o la tocata y fuga de Bach
He amado el acordeón desde que vi tocar a mi tío por primera vez una navidad siendo yo aún muy pequeño. ¡Lástima que haya tardado tanto tiempo en decidirme a aprender a tocarlo!

Una reflexión para terminar:
-Creo que las personas que tienen talento para la música son seres privilegiados y los envidio. La música por si sola es capaz de llenar la vida de cualquier persona. Si la amas ella te va a dar mucho, posiblemente te pueda hacer feliz, pero es imprescindible amarla, sentirla cada día, prestarle toda la atención que merece y saber que la música es un don divino y la más hermosa de las artes.

Entrevista a Jose Luis Luque sobre "Carpe Diem", por David Garrido

© Onda Bacuta, del blog www.ondabacuta.blogspot.com

CARMEN "LOS CÁNTAROS", ALFARERA DE ALJARAQUE


Carmen López "los Cántaros" forma parte del muy interesante mapa humano de la tierra aljaraqueña. Su innata habilidad como alfarera le supuso el entrañable apodo con el que ha quedado ligada a la memoria compartida de su municipio, como clave humana y cultural necesaria para sentir el latido de la tierra aljaraqueña. Su corazón, que no su recuerdo, dejó de latir en el año 2010. En el siguiente enlace ofrecemos la posibilidad de conocer algunos de sus brillantes destellos biográficos en primera persona. En la imagen, probablemente tomada en la década de los 40 del pasado siglo, aparece la alfarera aljaraqueña acompañada de su hija Isabel.

Gracias, abuela Carmen, por tanta autenticidad.

Especial Laura Pausini y homenaje a Carmen "los Cántaros" - Hora Abierta Onda Bacuta 

 © Onda Bacuta, del blog www.ondabacuta.blogspot.com

PICASSO Y EL TRISTE ARTISTA


Me gusta visitar la Casa-Museo que tiene Picasso en el barrio parisino de El Marais. Aparte de sus fondos fijos, sus salas ofrecen sorpresas de colecciones tan de agradecer como la muestra cronológica del medio centenar de bocetos que realizó el pintor de Málaga antes de llegar a plasmar lo que quería, definitivamente, en un lienzo.
Miraba una tarde un cuadro de su época azul -protegido éste por una gruesa transparencia- desde una posición cómoda: una escalera lateral que me permitía tener una visión constante a distintos niveles, y, absorto como estaba ante obras que imaginas que te hablan, noté que me tocaban en el hombro, por lo que tuve que apartarme un instante del encantamiento que disfrutaba. El individuo era un aficionado a la pintura de días festivos, especialista en paisajes en serie, todos iguales, como fotocopias y no cuadros, que, señalando el que teníamos delante, me confesó al oído, para que me enterara bien: «Eso que hay ahí lo hago yo en dos horas, no en balde tengo hasta una medalla y todo».
Por mi parte no hubo contestación, sino extrañeza porque un ser capaz de decir eso hubiera tenido la iniciativa de visitar la Casa-Museo de Picasso. Luego supe que formaba parte de una excursión y que había entrado allí lo mismo que podía haberlo hecho en las catacumbas de Perlot, caso de haberlo sugerido el guía.
No dije nada, absolutamente nada, ni con una mueca, pero recordé cuando otro artistazo por el estilo se asomó a la Capilla Sixtina en el tiempo en el que estuvo sembrada de andamios y sus pinturas brotaban de techos y paredes, y dijo a Miguel Ángel: «Yo también soy pintor».
A Picasso le preguntaron ante una de sus obras máximas: «¿Qué tiempo ha tardado en hacer esto?». Y respondió: «Tres mil años». Sintetizó en un trazo de palabras la Historia del Arte en 24 tomos, más prólogo, epílogo y notas.
«Lo que no se aprende de joven, se ignora de viejo». Es frase de un clásico, Casiodoro, que puede completarse con lo que decía Séneca: «Debes aprender mientras ignores, es decir, mientras vivas». Esa tarde en la Casa-Museo de El Marais no vi necesario responder más que con el silencio, deseando que el aplicado artista se alejara cuanto antes para poder seguir admirando en paz la obra de Picasso. Me pareció mejor no decirle nada porque a veces una respuesta no merece ni la saliva que pueda gastarse en ella. Lo propio es que el silencio allane y quede el tiempo como juez para poner a cada cuervo en su olivo.
Picasso, que declaraba haber tardado tres mil años en haber llegado a formar en su mente aquel cuadro, se recordará siempre, todos los siempres posibles. Sin embargo, el artistazo capaz de hacer idéntica obra en dos horas, ya habitaba permanentemente en el olvido.

© Manuel Garrido Palacios, del blog www.manuelgarridopalacios.blogspot.com

ANTONIO SILVA


Antonio Silva ha conseguido diseñar una vida con sello propio; tarea de las más difíciles. Su día a día gira en torno al crecimiento personal, sin alarde alguno; con una humildad sobrecogedora. Así lo vive y así lo comunica. Su mensaje es sencillo -que no simple- y cargado de autenticidad; y nos remite al reencuentro con otra manera de entender la existencia, en conexión con lo cotidiano. Antonio Silva habla con el Alma.

Puedes escucharlo en el siguiente enlace:
 
Entrevista I con Antonio Silva, por David Garrido en Onda Bacuta

© Onda Bacuta, del blog www.ondabacuta.blogspot.com

CIUDAD DEL PARAÍSO y TINTO-ROCK


El experto y crítico musical Jose Antonio Nieto proyecta y elabora para Onda Bacuta el programa "La Ciudad del Paraíso". El espacio, que se graba en el estudio que Nieto posee en la capital onubense para su posterior emisión, ofrece un interesante recorrido por las diferentes vertientes del Rock como tendencia de partida. "La Ciudad" se emite cada domingo de 12.00 a 13.00 horas y de 20.00 a 21.00 h y en la madrugada de los sábados, de 02.00 a 03.00 h y de 04.00 a 05.00 h. Paralelamente, Onda Bacuta emite semanalmente otro de los proyectos sonoros de Jose Antonio: "Tinto-Rock", programa con una larga y reconocida trayectoria radiofónica, dedicado a una vertiente rockera más "Heavy". "Tinto-Rock" se puede escuchar cada sábado de 12.00 a 13.00 horas y en la madrugada de los domingos, de 02.00 a 03.00 h y de 04.00 a 05.00 h. Jose Antonio Nieto, reconocido internacionalmente por sus trabajos como crítico musical, cuenta con una larga trayectoria en el ámbito de la comunicación. Además, es geólogo, ingeniero y viajero incansable. Creador del festival musical onubense "Tinto-Rock" (1986).

ENTREVISTA con PABLO GARCÍA


Pablo García, conocido afectuosamente como Don Pablo por la audiencia de Onda Bacuta, se alimenta a diario de cultura. Cine, literatura o música forman parte de su original y afortunada manera de enfocar la existencia. Su conexión con las nuevas tecnologías le lleva a mantener en la Red dos interesantes blogs: “Centauros de la pantalla”, dedicado a su intensa y extensa labor como reconocido crítico cinematográfico; y “Un libro para todas las estaciones”, en el que publica su no menos relevante producción literaria. Como extensión de sus hábitos culturales, Don Pablo ha dado varias vueltas al mundo y es un gran conocedor de las culturas antiguas del Mediterráneo. En el ámbito de las ondas, su estilo radiofónico desbordante y vitalista es inconfundible; y sus intervenciones rebosantes de chispa e inteligencia en los monográficos sobre cine de Onda Bacuta, descargables en este Blog, cuentan con una gran legión de público seguidor.

¿Cuál es tu primer recuerdo cinematográfico?
-Más que recuerdo yo preferiría llamarle “conmoción cinematográfica”. Fue en Barcelona, allá por febrero o marzo de 1950, recién llegados de Huelva. Una antiguo cine del Paseo Maragall. Mi padre nos llevaba todos los jueves. Y mi primera película fue un ¡western!: “Cielo amarillo”, 1948, de William A. Wellman, con Gregory Peck, Anne Baxter y Richard Widmark. ¡Un gran impacto para mis ojos infantiles, en blanco y negro! Jamás la olvidé. Probablemente me abrió las puertas al cine del Oeste, puertas que nunca se han cerrado, porque el western sigue siendo una de mis mayores pasiones cinéfilas.

¿Qué es para ti el cine?
-El cine es para mí un cúmulo de atributos que expresan la infinitud de mi ser (y perdonadme la “sofistería”).

¿Es la vida un reflejo del cine?
-El cine como Séptimo Arte posee lo que yo llamaría un “fondo social indiscutible” Las Artes siempre han sido necesarias al género humano en todos los siglos que nos han precedido y que nos sucederán. ¿Y qué es lo que alienta la armonía del Arte, sea cual sea la forma en que éste se manifiesta? Las pasiones que estimulan el deseo de vivir, y de que la vida sea deseable, libre y a ser posible bella, aunque no se descarte “lo feo de la misma”. La vida humana, sus sueños, sus emociones, sus contradicciones, sus angustias, etc. se reflejan, pues, a la perfección en el cine. Y el cine, obediente a su consigna artística, afianza en la pantalla grande no únicamente la vida real, sino la historia, sus verdades y sus fantasías. El cine recuerda, imagina, piensa, habla y posee “sensaciones”.

Tu mejor actor: Fernando Fernán Gómez.

Tu mejor actriz: Vivien Leigh.

La importancia de una banda sonora.
-El cine desprende, a través de sus imágenes, una impulsión que revela atentamente, como ya dije, verdades y fantasías arrancadas de la existencia humana y de la Naturaleza que nos rodea. La pantalla se vierte, además, sobre el espectador como un fluido de sueños, por supuesto, intangibles. Dichos sueños convertidos en imágenes transmiten una acción magnética a nuestra mente plena de sonidos, y entre esos sonidos, el más indispensable es el de la música. Una buena banda sonora no es tan sólo un nuevo Arte añadido a la cinematografía, sino también la revelación majestuosa de una doctrina de placeres sonoros convertido en monopolio de los espacios luminosos del Séptimo Arte, y que, al no podernos acompañar en nuestra existencia real, por lo menos de forma constante, provocan, por medio de la imagen cinematográfica, una “desconocida exaltación” en nuestra sensibilidad.

Tu mejor película de todos los tiempos:
-¡Difícil! Pero... “Touch of evil” (“Sed de mal”), 1958, del genial Orson Welles.

Tú mejor director: Billy Wilder.

¿Qué opinas del cine documental?
-El cine documental es necesario e importantísimo. Y dentro del concepto de Séptimo Arte imprescindible. Se erige en heraldo de la Naturaleza. Es su imagen. Una ceremonia que consagra las mil virtudes y desigualdades de esa otra vida que enriquece nuestro planeta.

¿Por qué impone tanto el cine en blanco y negro?
-Yo no creo que a ningún cinéfilo auténtico le “imponga” el cine en blanco y negro, lo mismo que entusiasta alguno de la pintura rechazaría jamás los dibujos a carbón de Goya, Van Gogh o Modigliani, entre otros muchos. El cine en blanco y negro es la fuente primigenia del Séptimo Arte. Los orígenes siempre han poseído una especie de “derecho deificado” que el hombre no ha rehusado nunca. El cine en blanco y negro es una “emoción estética” que nos absorbe por completo. Tiene estirpe y hechizo. La impresión que causa en nosotros es mágica: nuestra conmocionada retina llega a olvidarse de la existencia del resto de colores que, por supuesto, enriquecen la vida que nos rodea.

Una reflexión final.
-Bueno, lo mío con el cine ya es de “corredor sin retorno” Y por ello me atrevo a asegurar que si Sócrates hubiera conocido el Séptimo Arte no habría aceptado la cicuta tan fácilmente, hubiera luchado por su inocencia a brazo partido, y para ello se habría buscado el mejor abogado “norteamericano”, tipo James Stewart en “Anatomía de un asesinato”, que lo defendiera y le proveyera del justo veredicto de inocencia. El cine es una fuente inagotable, y Sócrates no habría dudado en pugnar por alargar su vida para seguir disfrutando de él.

Entrevista a Pablo García, por Jose Luis Luque y David Garrido en Onda Bacuta

© Onda Bacuta, del blog www.ondabacuta.blogspot.com

DIEGO DE ALJARAQUE


Diego guardaba dentro de sí las sensaciones que a lo largo de su vida fue acumulando, ya fueran excesos, o carencias, o sueños: 'eso' inexplicable que todo humano tiene, viva en Nueva York o en una aldea perdida del más lejano país. Hasta que un día le dieron en Onda Bacuta un papel en blanco y lápices de colores. Diego vio en estas herramientas elementales las propias para expresarse y se puso a la tarea de sacarlo todo a la luz como su forma de comunicarse con el resto, cosa que empezó tímidamente hasta que la hizo del todo.

Diego quizás no sepa (me atrevería a decir: tampoco hace mucha falta saberlo) que de unas circunstancias tan sencillas como las que se han dicho nació el Arte de todos los tiempos. Arte que, en ocasiones, es convertido por los mercaderes en puro tongo, en trampa, en trueque económico, simplemente, porque lo que encierra cada obra parece ya lo de menos. Lo que se viene a valorar tantas veces es el nombre, la marca comercial.

Diego anda ausente de estos líos porque él hace un Arte puro: un milagro. Sus dibujos son la inocencia que se asoma al papel, el corazón abierto como un libro. Y los pasillos de Onda Bacuta se han convertido en improvisada galería donde él expone su obra perecedera, como cualquier obra, pero con una cualidad que la hace única. Y es que, mientras algunos artistas avanzan (o lo pretenden: incluso lo creen) hacia los llamados movimientos de vanguardia, digamos estilos o influencias que le vienen de acá o de allá, o andan al dictado de los gustos del comprador de turno, Diego retrocede hacia sí mismo a la búsqueda de lo más sagrado del ser humano: su sentimiento. De ahí saca la materia oculta y la plasma en sus dibujos amasada con su visión del mundo. No le apetece, ni tiene por qué ni para qué avanzar hacia ninguna parte porque él está, sin saberlo, en su sitio exacto. Que parece fácil.

Su breve obra es verdad, su verdad desnuda, sin boato ni historias, que tampoco necesita. Y cuando alguien regala la verdad, que es lo que Diego tiene, lo da todo.

© Manuel Garrido Palacios, del blog www.manuelgarridopalacios.blogspot.com

LA MAGIA DE LO TRANSPARENTE


“En lo cotidiano hay siluetas sin nombre / contraluces de apariencia. / Y detrás se trazan puentes, / rutas hacia lo desconocido, / escaleras que suben desde el fondo / hasta el infinito azul del cielo”.

Son versos de Manuel Silva (Lepe 1966-Ronda 2007), autor del libro ‘Dulce Viento’ (poemas, canciones y reflexiones), y del CD ‘La brújula del amor’, obras que conforman su último proyecto, al que familia y amigos han querido vitalizar en homenaje y recuerdo al ser querido que se fue tan temprano.

“A veces busco la Vida / por el alto de los cerros, / por lejanas latitudes, / perdido por los desiertos. / Y a veces buscando la Vida, / cuando más lejos me encuentro, / de pronto caigo en la cuenta / de que no estaba tan lejos, / de que siempre estuvo ahí, / y no la sentía en mi pecho”.

Dice J. M. Rodríguez en el prólogo que Manuel Jesús Silva Álvarez “con once años manifestaba muchas cualidades artísticas para la música y la poesía, a la vez que emanaba de él una calidad humana poco habitual para un niño tan pequeño […] Fue quinto de seis hermanos nacidos en el seno de una familia humilde […] en la que Rosario, la madre, fue la gran heroína, vencedora de todas las batallas […] mujer que bien podría tener un lugar reservado en cualquier altar, ya que el única arma que utilizó en su lucha con los avatares de la vida fue el amor […] Manuel, a quien cariñosamente llamábamos Manolíto, fue desarrollando poco a poco esas aptitudes que nacieron con él; el hecho de que tuviera que vivir su infancia y adolescencia fuera del seno familiar, lo hizo madurar rápidamente, experiencia que él supo asumir con sabiduría poniendo música y verso a cada lágrima, a cada "quejío" que arrancaba desde lo más profundo de su alma. Dedicó su vida a cultivar la paz interior y la armonía con la naturaleza, canalizándolo todo a través de su arte”.

“Si en realidad lo que deseas es encontrar el sentido de la vida, entonces ve y pregunta a los más grandes maestros, lee y busca en los textos sagrados de oriente y occidente, practica sus rituales y sus oraciones, esfuérzate en su disciplina y haz todo lo posible. Pero si aún así, después de intentar todo esto, no has encontrado la respuesta a tu pregunta, entonces, párate un momento, deja de buscar y siéntate junto al río y mira el agua pasar”.

Juan Carlos Chans escribe que Manuel Silva supo reflejar en sus letras “una relación humana con el mundo y los sentimientos”. Sus canciones vienen cargadas de mensajes, “de movimiento perpetuo”, traen el afán de “buscar y buscarse”, sorprendiendo su “talento especial para la comunicación” y su “deseo de ser desbordante, cantautor de temas humanos, acaso humanismo musical, emotividad a flor de piel, cantando respuestas donde no siempre las hay”.

“Llega el otoño del día, / llega la tarde y se va, / llega la noche y me envuelve / en su plena oscuridad. / Llegan las horas perdidas / de tanto pensar y pensar, / luego se acerca la Vida, / dando pasos a escondidas, / me besa, me abraza y se va”.

Leído el libro tras escuchar el disco, creo que tenían razón David, Héctor y Selene en profesar un especial cariño por el amigo y artista Manuel Silva. En realidad, ellos nunca se equivocaron al internarse en el bosque sagrado de los afectos.

Escribe él: “Lo más importante que tiene el arte es la capacidad de despertar la sensibilidad de las personas. El corazón despierta para contemplar, sentir, gozar y respirar la belleza que envuelve la vida. Si creo en lo que soy también estoy creyendo en lo que somos. Ser uno mismo es la forma más fácil de convivir con los demás. Cuando tenemos miedo a que nos vean tal como somos nos escondemos detrás de máscaras de falsas apariencias, y nos hacemos la vida más compleja, llena de estrategias por asegurar la atención y la estima. Cuando más nos quieren y uno más quiere es cuando se muestra como es. Es la magia de la transparencia, donde el otro está más cerca y vibra con nosotros”.

En este ahora en el que la voz calla y la música desvanece, surge como cierre el eco de sus versos, que anuncian que “cuando se hace el silencio de las palabras / es más fácil escuchar los mensajes del corazón”.

© Manuel Garrido Palacios, del blog www.manuelgarridopalacios.blogspot.com

OVÍPAROS EN CUATRO LATAS



Felipe Martínez Hernández descubrió un día la forma exacta en que los pollitos rompen el cascarón para eclosionar del huevo. Debió ser un momento tan profundamente esclarecedor que su vida cambió bruscamente de sentido para siempre. Hoy vive para demostrar su teoría ante la Ciencia, pero esta gran señora no ha hecho más que mostrarle su cara amarga. A pesar de todo, Felipe persevera. Creyente, un día comprendió que un descubrimiento de semejante tamaño no podía haberle sido encomendado por pura casualidad y decidió hacerlo llegar al mundo, “dedicaré a esto hasta mi último aliento”.

La cosa es simple. La cáscara no es picoteada o mordida para eclosionar. En realidad la cáscara está adherida al diamante del pico o al hocico, en el caso de los reptiles. Durante todo el tiempo que dura la incubación, el embrión respira de la burbuja de aire que se encuentra dentro del huevo, hasta que el oxígeno se acaba, momento que viene a coincidir con el final del desarrollo. Entonces, y ante la inminencia de la asfixia, “en los estertores de la muerte, el pollo o el pequeño reptil se debate moviendo bruscamente la cabeza y ocasionando la rotura del cascarón”. Algunos hechos casuales pueden provocar el desprendimiento del cascarón del diamante y ocasionar, en definitiva, la muerte del polluelo. El paso de un avión o algún ruido brusco o vibrante puede ocasionar este desenlace fatal. Es la parte más interesante de su teoría: “imagínese usted la cantidad de pollitos que podríamos salvar si pudiéramos evitarles la exposición a estos ruidos”.

Su teoría demuestra además por qué los dinosaurios se extinguieron en la Tierra. Según el señor Felipe, el mundo no era como es hoy. “Ahora gira de Este a Oeste, pero antes giraba de Este a Oeste y de Sur a Norte, todo a la vez, de modo que el clima era uniforme en toda la superficie del planeta y los dinosaurios vivían en un interminable paraíso tropical”. Una tremenda lluvia de meteoritos cambió este movimiento por el actual de rotación que hoy nos es tan familiar. El frío de las glaciaciones afectó al desarrollo de los huevos, que no pudieron eclosionar “porque no fueron incubados, ya que hacía mucho frío”.

Felipe viste pantalón y camisa negros y se ayuda de un bastón oscuro. Arrastra con él ochenta y un años, es viudo y sufren por él cinco hijos y algunos nietos. Nacido en Ceclavín, Cáceres, aunque considerado natural de Plasencia, donde ha pasado toda su vida. Vive en una finca denominada “Calzoncillo”, que es todo lo que hace constar en su escueta dirección postal.

Su peregrinar le llevó a Madrid, donde visitó la Universidad Complutense, y allí se entrevistó con d. Francisco Bernis Madrazo, el que fue hasta hace poco el más insigne de los científicos estudiosos de los pájaros de España. Las teorías de Felipe fueron menospreciadas por el profesor, que no volvió a recibirlo. Felipe interpretó que los científicos no podían permitir que un hombre sin estudios desprestigiara la ciencia con una teoría bastarda, por muy interesante que esta fuera. Otro estudioso, del que no recuerdo el nombre, llegó a cartearse con Felipe durante un tiempo. Trasladado a los Estados Unidos se supone que recibía las cartas de Felipe a través de unos familiares en España. Un día Felipe llamó a estos para preguntar la causa de la ausencia de respuesta. Le contestaron que el tal científico había obtenido una plaza (el número uno, por cierto) en una Universidad de California. Felipe nos comenta con dolor y convencimiento que la plaza la obtuvo por el apropiamiento de su teoría de los ovíparos.

Felipe ha llegado desde Plasencia conduciendo su destartalado y llamativo Renault cuatro. Popularmente estos coches eran conocidos cuando eran parte habitual del paisaje rutero español como “cuatro latas”. Sobre la oxidada baca luce en posición vertical un enorme huevo blanco, que con unos pocos tornillos reta las leyes de la gravedad y las de la aerodinámica. Las puertas y el techo están llenos de mensajes pintados con pintura, a mano, que intentan hacer llegar su mensaje al transeúnte: “no pido ni vendo nada. Quiero entregar un mensaje a la humanidad”. También promulga: “reto a la ciencia porque está equivocada”. O sentencia: ”ignorado: ¿hasta cuando?”.

También ha conseguido entrevistarse con Jesús Garzón, con un tal Secundino y ha visitado diferentes organismos oficiales e instituciones científicas. Hace unos días vio una entrevista que hacían a Luís García en televisión y decidió venir a conocerlo al Parque Nacional de Doñana para explicarle su teoría. “Estoy seguro de que ese hombre me va a escuchar. Lo supe cuando lo vi cuidando las aves de Doñana, con ese mimo y ese convencimiento”. Han pasado tres días y aún no ha podido hablar con Luís García. Anda apostado con su viejo Renault Cuatro y una buena carga de embutidos del pueblo a la espera de que aterrice de su vuelo el hombre de los pájaros. Ya hace tiempo que ha visitado distintos programas de televisión, pero se siente objeto de burla y no quiere volver. Así se lo hizo sentir Sardá y también José Luis Coll. Finalmente hoy ha decidido volver a Plasencia, después de pasar varios días acechando al tal Luís García. Desde su casa ha vuelto a insistir llamándolo por teléfono y recibiendo sólo excusas y “ahora no puedo atenderle”. Felipe, tras un silencio triste me dice “están endiosados y no son capaces de escuchar durante tres minutos lo que un viejo tiene que decirles. Ni siquiera saben lo que les voy a contar. Antes de que empiece ya han dicho que no”.

Vive Felipe de una exigua pensión de 40.000 pesetas mensuales (lo que ahora son unos 240 euros). En sus viajes carga el viejo Renault Cuatro de fiambres y con eso puede ir tirando. Se acompaña desde hace poco de una cámara de video donde graba aquello que le llama la atención (las masas de gente que visitaban la aldea del Rocío el día que nos encontramos, por ejemplo). Las cintas que graba las entregará a la vuelta a la televisión local de Palencia, para que sus vecinos puedan ver los lugares donde ha estado.

Tiene publicado un pequeño folleto que regala al curioso con las bases de su descubrimiento. Lo ha titulado “Cómo nacen los ovíparos. Lo ignoran los científicos”. Abre su primera página el lector y encuentra un mensaje en el lugar que suele estar reservado a la dedicatoria: “quiero que esto llegue a la Ciencia y a la Cultura. Ayúdenme”.

Pero ¿qué es la Ciencia?¿Dónde reside tamaño ser? Felipe la busca allá donde oye que aparece. Pero la Ciencia, siempre seria y ocupada, escapa a su persecución.

©Héctor Garrido (Texto y fotografías), del blog hectorgarrido2.blogspot.com

UNO DE MIS HÉROES






(dedicado a Elliot)

Hace años un compañero de estudios me habló emocionado del nacimiento de un grupo de Rock en Huelva; lo formaban buenos músicos capitaneados por un señor al que llamaban “Macaco”. Más tarde cayó en mis manos una cinta con un nombre en su lomo: “La Banda del Krack”. Contenía virtuoso rock con originales letras cantadas por una voz que, desde lo profundo de aquella grabación, reclamaba la atención del mundo. Era “Macaco”, que sonaba llano, sincero. Me atrajo una canción que decía: “Por la mañana muy temprano, / voy al colegio y me paro en el kiosko / y me compro un donut. / A las once en el recreo / me lo voy a comer / y me doy cuenta de que es la rueda / de un camión de juguete. / Mis compañeros van y me piden / dame un poquito / pero yo no les doy / porque está muy rico”.

Por aquellas fechas se convocó un concurso-concierto para grupos locales en la Plaza de las Monjas. Habría sólo un ganador. Me inscribí. Los participantes asistimos a una reunión con los organizadores para poner en pie el evento –escandaloso chavalerío en mesa alargada-. Y, de pronto, una voz aguda –canción del donut- se elevó por encima de las demás y me preguntó –con sonriente preocupación- por el tipo de música con el que iba a competir. Acababa de conocer a “Macaco”.

Llegó la tarde crucial, con todos los músicos nuevos en la plaza afinando instrumentos. Yo llevaba un viejo teclado prestado y, por mi inexperiencia, me ubiqué en un lugar del escenario en el que no había altavoces para poder escucharme. “Macaco”, pendiente de todo, me sugirió que girara un monitor hacia mi ángulo para evitar problemas. Fue la ayuda de un tipo honrado y legal; y más, cuando lo vi convencido de que ganaría el premio. Le respondí en la misma tesitura que también yo lo intentaría.

Y comenzó el concierto: mi actuación, tímida y algo torpe; la suya, divertida y genial. El premio sería suyo. Sin duda. Pero a la hora de elegir vencedor -gran momento de honra adolescente-, sucedió que no ganamos aquel galardón ninguno de los dos. Seguramente volvimos a nuestras casas abatidos y derrotados; sin darnos cuenta de que, como el tiempo nos demostró desde entonces, ambos habíamos ganado un premio mucho más importante: nuestra amistad.

A partir de aquel entonces compartimos ideas, instrumentos, entrevistas, grabaciones y, sobre todo, aprecio. Buen amigo. Conocí la parte humana –genial- del artista: Agustín “Macaco” tenía un kiosko junto a las Teresianas donde vendía donuts a criaturas que iban a colegios, madre tremendamente seria que también vendía donuts, guitarra eléctrica Gibson de color rojo y grupo de Rock. Un héroe absoluto. También era muy aficionado a la pintura. También era hemofílico. “Macaco” un día se casó con la siempre sonriente Bella, construyeron nido y tuvieron a Elliot.

Pasó el tiempo y continuó haciendo música. Era un creador sin reglas; o con las suyas propias. Se construyó un estudio de grabación casero y se autopublicó un disco titulado “Por fin” –una desconocida y desapercibida joya cultural de nuestra tierra- donde incluyó aquella dulce canción.

Un día cualquiera supe la noticia. “Macaco” dependía de transfusiones de sangre. En una llegó el acechante SIDA. Una indemnización, una pensión y el olvido. No de sus amigos. Cuando abrí la puerta de la habitación del hospital en el que pasó sus últimos momentos, encontré a Bella que, por primera vez, no sonreía. Más allá, en la cama, estaba “Macaco”, sedado, inconsciente. Pasé días inevitables de vacío. Inevitables. Semanas más tarde, el teléfono rompió el silencio interior: Fidel preguntaba cómo guardar las guitarras de nuestro común amigo. Bella le había pedido que embalara instrumentos –y sueños- para el futuro de Elliot.

“Macaco” era un gran artista de nuestra tierra, y me duele profundamente que un creador de su calidad haya pasado tan desapercibido, como no se merecía; y que haya acabado -además- marcado con el estigma de una enfermedad que le llegó por casualidad. Su gran esfuerzo vital y creativo no tuvo más reconocimiento que un silencio inmerecido y elocuente. Un denso y elocuente silencio.

La muerte enrasa a todos, aunque unos queden dignificados mientras otros resbalan hacia el olvido. Para mí, querido amigo, siempre serás uno de mis héroes.

© David Garrido